Es una situación que genera mucha incertidumbre a los intervinientes ya que muchas veces, una ruptura familiar supone una nueva organización vital que plantea desafíos a nivel económico y emocional.
Es importante poder hacer un análisis de la situación personal y económica del cliente para poder afrontar las diferentes soluciones a su caso desde la mejor posición con especial importancia a la estabilidad de los hijos menores, si los hay.
En una primera visita, se realiza un diagnóstico de la situación para que la persona pueda plantearse diferentes opciones y si, posteriormente se realiza el encargo profesional, trabajar en la obtención de aquello que sea más beneficioso para la persona y los hijos.